viernes, 8 de mayo de 2009

Un día lluvioso después de una tragedia


Las gotas frías golpeando como agujas enterrándose en la piel, en la carne y en el alma. La impedida lengua congelada y los ojos cegados de oscuridad resbalandose por la cara pálida y las manos huesudas temblando sostienen un cigarrillo apunto de extinguirse.

La ansiedad dibujada en la cara y el miedo asoma en las pupilas opacas.
Piensa en todo. Se pregunta por qué tuvo que pasarle a ella; como cualquier desgraciado.

Y recorre el sendero que tanto conoce, esta vez sola, por que la otra persona no volverá nunca, y ella lo hace en su lugar. El calor del cigarrillo es un sustituto de la mano que antes sostenía y de los labios que estrechaban los suyos.

Sube el rostro y aún no para de llover; este será por siempre un momento melancólico, pero ella ha decidido seguir. Después de todo sigue viva.


jueves, 7 de mayo de 2009

Inexistente


Pelo despeinado, piel marmólea, ojos profundos.


Todo hace parte de algo que no existe. Una figura divina, taciturna e invernal. Aliento helado, dedos huesudos apretando mi garganta hasta la muerte. Pero todo es bello y doloroso; la fantasía de un masoquista. Mi fantasía.

Inexistente como el cielo púrpura y la nada bajo mis pies, la gravedad cero y el corazón detenido por un instante eterno. La sombra de una sonrisa atravesando un rostro y la uñas plateadas arrancando la piel y la carne; la sangre resbalando y el punzante dolor inexistente.

La paz y la agitación entremezcladas, la vida y la muerte disputandose por un cuerpo vacío y un alma putrefacta.

Y después de todo la nada, la soledad absoluta y la ceguedad inevitable.


Agonía


El azul oscuro y el negro combinado son los únicos colores verdaderos.

La única compañía y el único dolor.

¿Por qué he tenido que vivir, triste agonía?

Pero el rojo es éxtasis, es violencia y es pasión impregnada en mi garganta, saboreada por mi lengua y extirpada bruscamente de un corazón.

Es una estaca al corazón, el shock definitivo de la muerte y la agonía de la saciedad confinada de otra vida.
Una mejor y más corta.

domingo, 3 de mayo de 2009

¿Estoy siendo demasiado optimista?

Já, enserio, esto es algo completamente optimista por que, ¿quién querría leer los delirios de gente aburrida como yo?, no, mas bien hablo por mí misma. Yo soy la aburrida. La gente concuerda en eso, pero el problema no es que sea o no aburrida, es que me gusta, y eso sí que es raro.


Como si fuera raro, sí cómo no, como si cada uno no fuera una rareza aparte y muy, pero muy distinta en cuanto a los demás. Como si, en algún momento de la vida alguien no haya rogado por espacio por que se sentía ahogado. Pues eso me pasa; me agobio muy fácilmente y la mejor forma de estar en paz es aislarme, ¿pero al final todo no se empieza a acumular? Claro que sí, y créanme, eso es mucho peor, por que piensas que estas sola y que tú puedes sola. Tonterías. Todos necesitamos de los demás. Unos más que otros, pero eso igual no importa. En fin, las cosas empiezan a empeorar y cada vez que sentía que debía desahogarme no había nadie para hacerlo y la idea de hablar con la pared no es muy divertida. Así que empecé a cuestionarme por cada una de las cosas que hacía o veía y funcionó, por corto tiempo, claro. Era una especie de conversación en mi cabeza y las preguntas obtenían la respuesta que yo quería oír; pero eso no es bueno, por que algunas veces es mejor ver las cosas en otra perspectiva, en la de alguien más, como un simple espectador. Pero claro, eso es completamente imposible, por que el protagonista de ese espectáculo eres tú mismo.

Y de ahí viene esto. Primero me dije "estas loca" y luego concilie "mucha gente lo hace". En fin, la cosa es que he estado intentar desahogarme probando métodos y este, por supuesto, es uno de ellos. Pero no he descartado los demás.

Cambiando de tema, la verdad no sé si llegaran respuestas, o incluso es bastante improbable que alguien encuentre este blog entre tantos que hay; pero como dije, esto de por sí -escribir, quiero decir- es ya bastante optimista, así que no me hace daño ser un poco más. Si hay alguien que lo lea y le interese aunque sea un poco, me gustaría que me lo dijera. Siempre me ha gustado la idea de que la gente opine sobre las cosas.